Palillos descartables en China, o cómo pequeñas cosas pueden representar enormes problemas
Un interesante artículo del Los Angeles Times apunta al problema de la producción de palillos descartables en China. Con la enorme cantidad de problemas ambientales del mundo y los numerosos desafíos de China, uno podría pensar ¿qué importancia tienen estos utensilios?, ¿cierto?
Al parecer, mucha: se estima que sólamente en su país de origen, se consumen alrededor de 45 mil millones de pares de palillos por año, y cálculos de Greenpeace China indican que para alimentar esa producción son necesarios 100 acres de árboles por día (40 hectáreas). Las exportaciones agregan otros 18 mil millones de pares anualmente.
Esto no es menor, ya que la pérdida de bosques es uno de los principales problemas ambientales de China: ésta provoca erosión de los suelos, inundaciones, emisiones de carbono y desertificación, además de afectar el hábitat de especies nativas y por lo tanto provocar declives en las poblaciones y hasta extinción.
Y lo que hace aún más complicado el panorama es que hace más de diez años que se vienen llevando a cabo acciones para disminuir el consumo de palillos descartables, pero todavía no se pudo erradicar su uso.
Una de las trabas que se presentan es la protección de los puestos de trabajo de las más de 100 mil personas en 300 plantas que se dedican a la producción de estos palillos en China. Otra son los restaurantes, que para reutilizar palillos de otro material deberían esterilizarlos después de cada uso, lo cual representa un costo adicional en sus operaciones (y los consumidores ya aseguraron que no quieren asumir ese adicional).
En junio pasado, el Ministerio de Comercio y otros cinco ministerios de China enviaron un comunicado indicando que se comenzará a controlar más la producción de este ítem, pero no se anunciaron medidas específicas ni penalidades.
Una vez más, al parecer el poder está en los consumidores: llevando sus propios palillos o pagando el costo de la esterilización.
El problema de los palillos descartables demuestra cómo productos que muchas veces pasan desapercibidos en nuestras vidas pueden traer aparejados complejos modelos económicos/ecológicos detrás, confirma lo ridícula que se ha vuelto la cultura de lo descartable, y reafirma la necesidad de pensar en todo lo que consumimos y evitar al máximo el desperdicio.
En el caso de la comida china, podés empezar llevando tus propios palillos y evitando que te den nuevos pares cada vez.
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